10 de enero, 10 mese antes del holocausto
La televisión se esta llenando cada día mas de películas que suponen su fin del mundo, de muchas maneras están mostrando su perspectiva del fin del mundo, su, como puede ocurrir, las formas y maneras en las que nos hemos jodido del todo.
Claro en las películas siempre hay un grupo que se enfrenta a esa catástrofe global, y sale vivo.
Ya, regresando aquí a la vida real, me anda cargando la chingada, me duele un poco la garganta y el coctel de pastillas que me receto el doctor no son lo mas apetecible que nos pueda pasar pero a menos te sientes mejor.
Cada bocanada de cigarro me hace sentir peor. Y cada trago de redbull me la quita.
Tengo mucho trabajo para esta noche, y esta haciendo frío. Pero que mas puedo hacer, si es lo que mantiene a mi familia.
El doctor me diagnostico infección en el estomago y en la garganta. Cabe destacar que mientras yo le explicaba mis síntomas el escribía un mensaje en su BlackBerry. Pero fue la opción mas rápida, ya que el seguro social me hubiera hecho esperar tres horas para decirme algo similar supongo.
Ya no siento ganas de trabajar en lo que hago, pero gracias a mi torpeza de dejar los estudios y dedicarme a la vagancia ahora me la pelo, y sigo trabajando como negro.
Si yo pudiera decirle algo a los chavos que están pasando por esa etapa del estudio seria:
Hagas lo que hagas no abandones tus estudios ni tampoco te hagas pendejo con las calificaciones y te conformes con solo pasar. Solo termina eso y después puedes seguir haciendote pendejo.
Me doy cuenta de que hoy en día no es importante ser un buen trabajador y querer subir de puesto esforzandote en hacer bien una labor, hoy por hoy puedes, ser un grandísimo pendejo y tener un buen puesto trabajo, solo tienes que ser un poco barbero y con la prueba en mano de tus estudios, puedes plantarte en una posición en la que te sientas cómodo y tu sueldo no sea el mínimo.
Obviamente eso no te hace mejor que nadie, pero aseguras un sueldo basado en tus estudios. Que claro, es mejor que sin.
Intento mantener la cordura ante tanto sentimiento raro de vacío que pasa sobre mi mente, hay cosas que no me gusta como están y me hacen sentir impotente al no poder hacer algo.
Mi desahogo se llama Twitter, aun cuando no escribo nada siento la satisfacción de distracción cuando leo una sarta de pendejadas que ni al caso y otras tantas que me hacen reflexionar.
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